Desempeño de América Latina y Caribe

Desempeño de América Latina y Caribe (PIB) El desempeño de la región en 2018

Desempeño de América Latina y Caribe

Desempeño de América Latina y Caribe

Desempeño de América Latina y Caribe (PIB). El desempeño de la región en 2018 tendrá lugar en un contexto que seguirá siendo favorable tanto en el ámbito real como monetario.

Se espera que en 2018 la economía mundial se expanda a tasas cercanas a las de 2017 y que se registre un mayor dinamismo en las economías emergentes que en las desarrolladas.

En el plano monetario, se mantendrá un proceso de mejora de la liquidez y bajas tasas de interés internacionales. Esto representa una gran oportunidad para que América Latina y el Caribe pueda ampliar su espacio de política económica a fin de sostener el ciclo expansivo.

No obstante, el contexto internacional no está exento de riesgos que plantean desafíos para la consolidación del crecimiento global en el mediano plazo.

En la actividad mundial persisten aún los efectos resultantes de un período prolongado de bajo crecimiento, tanto sobre la inversión y el acervo de capital, como sobre los mercados laborales y la productividad.

Las tasas de crecimiento potencial del PIB de muchos países se encuentran actualmente por debajo de los niveles anteriores a la crisis financiera mundial, lo que plantea un desafío que va más allá de la recuperación cíclica de la actividad que se observaría en 2017 y 2018.

Con todo, se estima que en 2018 la tasa de crecimiento del PIB de América Latina y el Caribe será del 2,2%, superior a la registrada en 2017 (1,3%).

El resultado regional en 2018 se explicará, en parte, por el mayor dinamismo que presentará el crecimiento económico del Brasil (2,0%). Asimismo, en varios países que venían creciendo a tasas moderadas se registrará una aceleración de la actividad económica: Chile (2,8%), Colombia (2,6%) y el Perú (3,5%). Entre las economías de América Latina, Panamá será la que anotará la mayor tasa de expansión (5,5%), seguida por la República Dominicana (5,1%) y Nicaragua (5,0%). Salvo Cuba (1,0%), el Ecuador (1,3%) y Venezuela (República Bolivariana de) (-5,5%), el resto de las economías de América Latina crecerán entre un 2% y un 4%.

Con respecto al comercio global, sucede algo similar. Las tasas de crecimiento del volumen de comercio se han venido recuperando desde finales de 2016, pero a partir de bases muy bajas y, por ende, aún son menores que las registradas antes de la crisis mundial. Además, la desaceleración observada en el comercio obedeció no solo a factores cíclicos —como la caída de los componentes de la actividad intensivos en comercio (en particular, la inversión), que son aquellos que se estarían recuperando este año y el próximo—, sino también a factores de tipo más estructural, cuya evolución en el futuro más lejano no es evidente. La incertidumbre respecto de la evolución futura de los volúmenes de comercio está vinculada también a las tendencias hacia el proteccionismo que se han observado en algunos países. Un creciente apoyo a partidos políticos antiglobalización en algunos países de Europa y la votación a favor del brexit en el Reino Unido, en 2016, son solo dos ejemplos de ello.

Desde los Estados Unidos, por otra parte, la retórica en las últimas rondas de negociaciones del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha hecho suponer que el término de este tratado comercial es una posibilidad menos remota y se sumaría al retiro ya efectuado del Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP).

Desempeño de América Latina y Caribe (PIB).

Fuente: Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

 

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